
La inflación es ciertamente un efecto indeseado en economía, que resulta perjudicial en el actual modelo económico y que, por lo tanto, es necesario que nos protejamos contra ella pero ¿es cierto que la inflación nos empobrece?

El gráfico 1 muestra la tasa de variación de la mediana de los ingresos nominales de los hogares durante 10 años (línea roja) y de la media de 10 años de la tasa de inflación anual (línea azul) entre 1953 y 2011 (fuente: US Census Bureau y US Bureau of Labor Statistics). Observamos que cuando la inflación aumenta durante los años 1970s también lo hacen los ingresos nominales y que cuando la inflación disminuye a partir de los 1980s también lo hacen los ingresos nominales. Lo que nos dice esta gráfica es que los ingresos nominales de los hogares han tendido a crecer a un ritmo similar (normalmente algo por encima) al de la inflación, independientemente de que ésta fuera alta o baja. Según esto, la inflación no habría afectado negativamente a los ingresos de los hogares. Los coeficientes de correlación de estas series (0,82 para toda la serie y 0,96 entre 1973 y 2011) corroboran esta afirmación (inflación e ingresos nominales se mueven conjuntamente).
Gráfico 1
El coeficiente de correlación para el periodo 1953-2011 es de -0,41, que a pesar de ser bajo, podría dar una ligera razón a quienes consideran que la inflación empobrece las familias. Aun así, este dato no es homogéneo para toda la serie. Si analizamos los datos entre 1953 y 1982 obtenemos un coeficiente de -0,91. En cambio, entre 1973 y 2011 obtenemos un resultado de -0,05. Es decir, entre 1953 y 1982, cuando se hunde el modelo de Bretton Woods y se producen las tensiones inflacionistas de los años 1970s, el aumento de la inflación coincide con una pérdida de ingresos de los hogares pero a partir de 1973, inflación e ingresos no se han movido conjuntamente. Se puede entender pues que en los años 1970s y 80s se considerara que la inflación era perjudicial para los ingresos y bienestar de los hogares porque el aumento de la inflación durante los años 1970s coincidió con una disminución de los ingresos reales, pero la experiencia posterior nos muestra que los ingresos reales también pueden ser bajos o incluso negativos en periodos de baja inflación y que la relación entre inflación e ingresos reales es insignificante.
Gráfico 2
Gráfico 3
Nota:
(1) En este post sólo trato de los efectos de la inflación sobre los ingresos de los hogares. Si los contratos no están indexados, la inflación puede afectar negativamente por diversas vías, como las crisis inmobiliarias, la pérdida del valor de los ahorros o la distribución de la riqueza, temas que he tratado o que trataré más adelante.