Para que la economía esté en equilibrio es necesario que
Renta = Producto Interior Bruto (PIB) = Consumo + Inversión
El Consumo es la parte de la Renta que los Agentes dedican directamente a la Demanda Agregada y por lo tanto no nos puede ocasionar problemas para cumplir con esta exigencia. En cambio si que se pueden producir diferencias entre el Ahorro y la Financiación porque puede ser que por ejemplo los bancos no concedan préstamos. Por lo tanto, para que la economía esté en equilibrio es necesario que la Financiación (y por consiguiente la Inversión) sea igual al Ahorro.
1) Que la banca disponga de la solvencia y liquidez suficientes, ya que si no, no concederá préstamos.
2) Que los Agentes dispongan de solvencia y de la capacidad para generar liquidez si no, no lograrán los créditos.
3) Que los tipos de interés respondan a la realidad económica. Si no, se producirá un exceso, o bien una escasez, de demanda de crédito.
La gestión de la crisis
Teniendo en cuenta el modelo, observamos que es precisamente el canal del Financiación (la concesión de financiación del Sistema Bancario a Agentes) lo que esta causando más problemas en esta crisis, aunque no es la única causa. En próximos posts analizaré cómo se han producido diferentes crisis y las diferentes respuestas que se han dado. Un primer análisis de las respuestas de los responsables políticos sobre esta cuestión nos permite afirmar lo siguiente:
1. Si algo nos ha demostrado esta crisis es que las dos primeras condiciones que hemos indicado que se necesitan para que el canal de Financiación funcione adecuadamente son necesarias pero no suficientes individualmente. Las autoridades han procurado que la banca dispusiera de liquidez y han fomentado que estuviera bien capitalizada, una condición necesaria pero no suficiente. Para que el crédito fluya, es necesario que también se cumpla la segunda condición, es decir que los Agentes (familias, empresas y gobiernos) tengan solvencia y capacidad de generar liquidez. Esta condición ha sido desatendida por el sistema, de modo que el crédito no ha fluido y los esfuerzos realizados para estabilizar el sector bancario han resultado estériles para el conjunto de la economía.
2. La concentración de empresas en el sector bancario que se ha producido es una mala noticia porque fomenta una situación oligopolística que puede acabar encareciendo los intereses, restringiendo el crédito y fomentando una mala asignación de recursos. Va en contra de la tercera condición que necesitamos para que el canal funcione adecuadamente.