Elementos de mejora como incrementos en los índices de consumo o manufactureros ha habido durante estos años pero el último libro beige de la Reserva Federal indica unos hechos que hasta ahora no se habían producido de manera clara: un aumento en los precios de la vivienda y una mejora significativa en la actividad de la construcción residencial y del automóvil. Estos han sido tradicionalmente los dos sectores que han precedido tanto las recesiones como las recuperaciones económicas. Son dos sectores que requieren del crédito a las familias y por tanto, si estos se recuperan, quiere decir que el crédito a las familias comienza a fluir. Además, gracias al incremento de precios puede mejorar la solvencia de familias y bancos y el efecto riqueza puede hacer mejorar el consumo. Es un círculo que se retroalimenta positivamente.
Con todo, las recuperaciones económicas siempre son inciertas y la actual todavía más. Creo que existen fundamentalmente tres fuentes de incertidumbre que pueden restañar la recuperación.
La primera, tal como indicaba en el último post, es el efecto del quantitative easing sobre la volatilidad de los mercados financieros, de materias primas y de divisas y sobre el cambio de política monetaria si la recuperación se consolida, ya que entonces habrá que aumentar los tipos de interés, con efectos potencialmente nocivos sobre los mercados financieros, la banca y el crédito.
La segunda es el comportamiento de Europa, China y las economías emergentes. Europa porque aún tiene problemas graves y unos políticos que generan crisis en lugar de solventarlas. China porque tiene algunos desequilibrios después de tantos años de crecimientos elevados. Los emergentes porque son más vulnerables a la volatilidad en las divisas y mercados.
La tercera es que los EEUU empiezan a implementar medidas de austeridad con recortes de gasto público e incrementos de impuestos. El mismo libro beige indica un descenso en el gasto en defensa debido a los recortes en el presupuesto federal. Unos recortes que pueden restar entre 0,5% y 0,7% al crecimiento del PIB este 2013.
Hace falta ver cuáles de las tendencias se acabarán imponiendo. Si la tendencia positiva continúa deberíamos ver un incremento de la inversión privada en la segunda mitad del año.