¿Qué es el efecto inclinación? Es el efecto que causan los créditos no indexados a la inflación, aumentando el esfuerzo financiero del prestatario (hipotecado) durante los primeros años de retorno del crédito.
Veámoslo con un ejemplo. Supongamos que un hipotecado mantiene sus ingresos reales durante toda la vida del préstamo y la inflación es del 5%.
En el gráfico 1 vemos cómo evolucionan sus ingresos (línea azul) y los pagos de las cuotas hipotecarias (línea roja) de una hipoteca a tipo de interés nominal (las habituales hoy en día). Mientras los ingresos aumentan, las cuotas permanecen constantes.
En cambio, para una misma cantidad de préstamo, la cuota inicial de una hipoteca indexada a la inflación habría sido de 177,5€. El esfuerzo financiero inicial habría sido del 17,8% (177,5€ de cuota / 1.000 € de ingresos). 15 años más tarde, la cuota habría aumentado a 351,5€, pero el esfuerzo financiero se habría mantenido estable, ya que los ingresos aumentan hasta 1.980 € y por lo tanto (351,5 / 1980 = 17,8%) . En el gráfico 3 vemos como las hipotecas a tipo de interés nominal (línea roja) inclinan el esfuerzo financiero hacia los primeros años de la vida del préstamo mientras que las hipotecas indexadas a la inflación lo mantienen constante.